01 marzo 2009

SALUD LABORAL

Salud Laboral y Acción Sindical

La Ley de Higiene y Seguridad, la Ley de Riesgos del Trabajo y el Convenio Colectivo de cada actividad son las normas que regulan la salud laboral en la actualidad. Y todas ellas tienen una característica en común: en ninguno de estos casos hay participación de los trabajadores, que son sus principales protagonistas.

Por qué los trabajadores son o deberían ser
los protagonistas?
Porque así como la salud se defiende en primera persona, la salud laboral se defiende en conjunto, colectivamente.

Si la acción sindical descansa en lo técnico o en las normativas, sólo tiene una función fiscalizadora, veedora: se queda mirando el accionar de otros desde afuera, como si fuera una vidriera. Esta postura sólo lleva a la queja y a la denuncia, y le da al sindicalismo un papel estático, sin protagonismo.

Si el concepto de prevención se refiere a toda acción que se realiza para evitar que un daño ocurra o para limitar sus efectos, ¿Cómo dejar en manos de otros (por definición, por omisión o vacío legal) lo que pone en juego la salud de los trabajadores?

¿Cómo prevenir?
Prevenir implica participar, discernir e investigar, y todo eso es necesario para modificar las condiciones de trabajo.

Porque estas condiciones dependen de políticas públicas y, por lo tanto, su modificación dependerá a su vez, y de acuerdo al caso, de la acción sindical en el lugar de trabajo, de la acción de todos los trabajadores o de la acción de la ciudadanía en su conjunto.

Es por eso necesario generar estrategias colectivas en defensa de nuestra salud y en defensa del trabajo digno, para evitar la frustración y el aislamiento.

La prevención depende menos de las posibilidades técnicas que de la capacidad de cada organización de construir su propio conocimiento para exigir a la ciencia y a la técnica que cumplan con su objetivo.


Investigar los problemas, sensibilizar al resto de los trabajadores e implementar mejoras preventivas generará un nivel de discusión y correlación de fuerzas por demás importantes en la negociación colectiva.


Estos son los ejes sobre los cuales se debe basar la acción sindical en salud laboral.


¿Por dónde empezar?
La realidad es compleja, tanto en una fábrica como en una oficina, en una escuela como en un hospital. Por eso, para modificarla, debemos conocer, participar y proponer: militar para producir cambios.

No es necesario ser licenciado en estadística para investigar las causas de los accidentes y enfermedades que padecen los trabajadores de la fábrica.

Si aplicamos una herramienta de evaluación de riesgos laborales podemos ver cada uno de estos riesgos y donde se originan. Y luego, junto al resto de los compañeros podemos discutir estrategias para modificarlos.

Fuente: Revista “Salud laboral y acción sindical", publicación del centro de estudios y formación sindical (CEFS). Proyecto “Campaña de Sindicalización, Capacitación y Formación de Cuadros Sindicales

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